Intro
Cuentan las caracolas que nació en una barca de madrugada a la orilla del mar en una isla del océano Índico. ¿O fue en el Pacífico? No lo sé con certeza. Ya no lo recuerdo. Mi memoria, como la brisa, es caprichosa y, a veces, se reinventa las historias.
Al igual que cualquier recién nacido, cuando vino al mundo, lo primero que hizo fue echarse a llorar, y no paró hasta que la tomaron en brazos y la apretaron tiernamente contra un corazón y le dieron leche para saciar su hambre y su sed. Y entonces la llamaron por su nombre, el que habían elegido para ella, que significa “la que debe ser amada”.
L’endormi
Amandine se bajó del autobús y emprendió el camino que lleva a la rambla que desemboca en el mar. Era el mediodía y a esa hora por aquel pedregal no solía pasear un alma. El sol caía a plomo sobre las piedras, que destellaban con ciego ardor. Apartó la mirada del...
Deshojando una margarita
La primavera había llegado antes de lo previsto y salpicaba de colores por aquí y por allá las flores a ambos lados de la vereda. Amandine recorría la rambla intentando recordar unos versos que su madre le recitaba a menudo: “Margarita, está linda la mar y el viento…”
La metáfora del caracol
La lluvia hilvanaba finísimas hebras en la rambla que se transparentaban al sol y dibujaban un doble arcoíris sobre el horizonte. Amandine dejaba resbalar el agua sobre su rostro y su impermeable. Iba chapoteando con sus botas de agua sobre los charcos cuando casi...
Una mariposa blanca
Una tarde que pasaba por la rambla, Amandine se agachó tanto para atarse los cordones de las zapatillas que perdió el equilibrio y, al intentar reincorporarse y buscar un punto de apoyo, acabó abrazada al tronco de un árbol. Entonces, sus ojos se posaron…
Más allá del arcoiris
Su abuelo le había regalado ese mismo día una caja de ceras de colores. Amandine la había abierto con impaciencia y ya tenía todas las ceras esparcidas por el suelo esperando a ser estrenadas. Tomó un papel en blanco y empezó a probarlas una a una. No tenía muy claro...
El corazón de las alcachofas
Antes de terminar la clase, y después de haberles contado a los niños la historia de Wangari Maathai, la maestra les preguntó si querían saber cómo crecía una planta. Ante un “sí” generalizado por respuesta, les dijo: «Tomad cada uno de vosotros una de las semillas...
El columpio
Al final de la rambla, pendientes de las ramas de un árbol centenario, hay cuatro largas cuerdas trenzadas que están anudadas a dos tablas. Amandine vislumbra a lo lejos que una de las tablas está ocupada por un cuerpo vestido todo de azul. A medida que se acerca, ve...
Pas de deux
La noche anterior, Amandine había recibido con ilusión de manos de su hermana una tarjeta escrita con esmerada caligrafía: “Te invito a mi cumpleaños”. Aquella invitación implicaba que tenían que ponerse en marcha para montar la obra que sería representada al día...
La cometa
Una vez Amandine se perdió entre la multitud. Estaba paseando de la mano de su madre cuando se soltó y se encontró en mitad de la calle sin saber dónde estaba. Por fortuna, se sabía la dirección de memoria y un guardia la llevó a su casa. Temiendo que pudiera suceder...
De par en par
Cuando por la mañana temprano de aquel día de verano abrió la puerta, lo último que hubiera podido imaginarse Amandine era encontrarse al vecino con una maleta en una mano y una pequeña jaula en la otra y diciéndole atropelladamente: «Tenemos mucha prisa. Nos…
Suite fantástica
Amandine entra en una sala repleta de cuadros. En uno de ellos hay ánforas romanas que no están clavadas en la arena sino en las líneas ondulantes de un pentagrama invisible. En otro cuadro se ve una nota musical. No se distingue muy bien cuál. Suenan unos acordes en...
La danza del cristal
Por fuera, se diría que era una piedra cualquiera: grisácea y ovalada. De haberse mantenido entera, bien hubiera podido confundirse con un huevo de dinosaurio fosilizado. Pero no era una simple piedra. Se trataba de una pequeña roca que un vecino había encontrado en...